Persona. Mujer.

"El pecado más imperdonable socialmente es la independencia de pensamiento" Emma Goldman
NAM
Irremediablemente politizada,cargada de ideología,y sin intención de tirar lastre.
Digo lo que pienso y al que no le guste que siga de largo.

domingo, 24 de octubre de 2010

“El derecho a actuar libre de coacción”






Después del pronunciamiento de Amnistía Internacional a favor de la despenalización del aborto, Louise Finer, investigadora en América del Sur de la entidad, explica en diálogo con Página/12 por qué es “urgente” avanzar en esa legislación.

Por Mariana Carbajal
“Es claro que cuando se restringe el acceso de las mujeres a la información y a los servicios de un aborto legal y seguro, sus derechos humanos están en grave peligro”, advirtió la británica Louise Finer, investigadora sobre América del Sur del Secretariado Internacional de Amnistía Internacional, con sede en Londres. Finer explicó en un reportaje de Página/12 los alcances del pronunciamiento de la organización de derechos humanos a favor de la legalización del aborto.
Con el pronunciamiento, efectuado en el Día de Lucha por la Despenalización en América latina y el Caribe, es la primera vez que AI exhorta a viva voz a los gobiernos de la región a descriminalizar el aborto en todas las circunstancias. Hasta ahora, la organización había expresado su repudio frente a la prohibición total del aborto que rige en países como Nicaragua, donde incluso está penalizado cuando corre riesgo la vida de la mujer. También había manifestado preocupación en relación con las reformas constitucionales en estados mexicanos y en República Dominicana, donde se incluyeron cláusulas que definen la vida “desde la concepción” con el espíritu de asegurar que no se avance con la despenalización del aborto. En la Argentina, en marzo de este año, AI hizo un llamamiento a las autoridades a garantizar el aborto no punible a dos adolescentes violadas en Chubut, que tuvieron que recurrir a la Justicia para acceder a la interrupción de los embarazos producto de ataques sexuales perpetrados por sus padrastros.
Activista por los derechos humanos desde hace una década cuando se graduó en la universidad, fanática de la música –desde el tango al hipoho cubano, aclara–, Finer trabaja en AI hace dos años. Su oficina está en la sede central de la organización, en Londres, desde donde respondió a Página/12. Conoce la Argentina. Ha visitado el país en varias oportunidades, cuenta. Y ha vivido cuatro años en otros países de América del Sur.
–¿Por qué la organización asume ahora esta postura clara a favor de la legalización del aborto?
–Desde principio de este siglo Amnistía Internacional expandió su mandato y además de tomar acción para erradicar la tortura, las desapariciones forzosas, la pena de muerte, las ejecuciones extrajudiciales y para exigir la liberación de presos de conciencia ahora aboga por la universalidad de los derechos humanos: los civiles y políticos, económicos, sociales y culturales. A principio de siglo la organización lanzó una campaña mundial para erradicar la violencia contra la mujer y en este contexto el movimiento mundial de activistas de derechos humanos decidió que tal y como lo establecen las normas internacionales de derechos humanos, los derechos sexuales y reproductivos son derechos fundamentales. Es así que Amnistía Internacional está documentando casos que demuestran el impacto de la penalización del aborto en las vidas de las mujeres y las niñas como por ejemplo en Nicaragua y en Argentina. En Argentina la organización ha visto con preocupación que aun cuando está despenalizado el aborto cuando la vida de la mujer y niña está en peligro y cuando hubo violación sexual, esto no siempre se cumple. La ausencia de protocolos claros de atención implementadas a nivel nacional para casos de abortos no punibles ha hecho que muchos casos se judicializan innecesariamente.
–¿Por qué es una cuestión de derechos humanos?
–Las normas internacionales de derechos humanos especifican que las mujeres tienen el derecho a ejercer sus derechos sexuales y reproductivos libres de coacción, discriminación y violencia. No hay por qué cuestionar que la despenalización del aborto es una medida necesaria para asegurar que las mujeres puedan ejercer sus derechos sexuales y reproductivos. Cientos de abortos ilegales e inseguros ocurren día a día, y mujeres y niñas sufren serias consecuencias, que incluso significan la pérdida de la vida. ¿Es que sus derechos humanos no merecen igual protección ante la ley? Los abortos inseguros a los que pueden acceder mujeres y niñas con pocos recursos las llevan a arriesgar su vida y su salud y, si sobreviven, a la posibilidad de ser procesadas y encarceladas. Esto es definitivamente una cuestión de derechos humanos.
–¿Por qué cree que gobiernos que tienen un claro discurso a favor de los derechos humanos no incluyen bajo ese paraguas la despenalización y legalización del aborto?
–Es vergonzoso que en las Américas los países son rápidos en ratificar normas internacionales de derechos humanos, incluidas normas por los derechos de la mujer, pero lentos en implementar los compromisos que éstas traen. Es preocupante que no existe la voluntad política de implementar compromisos concretos para respetar los derechos de las mujeres. Falta mucho para que se erradique la discriminación contra la mujer en las Américas y así asegurar que sus derechos sexuales y reproductivos sean respetados. Algunas instancias de los Estados con frecuencia promueven interpretaciones equivocadas de los estándares de derechos humanos relacionados con los derechos sexuales y reproductivos. Es por esto que Amnistía Internacional se une a la campaña regional por la despenalización del aborto y exige que sean inmediatamente derogadas todas las normas que sancionan o permiten el encarcelamiento de mujeres y niñas que buscan o tienen un aborto bajo cualquier circunstancia. Es claro que cuando se restringe el acceso de las mujeres a la información y a los servicios de un aborto legal y seguro, sus derechos humanos están en grave peligro.
-¿Cómo afecta la penalización del aborto a las mujeres?
–Existe evidencia que demuestra que la penalización del aborto contribuye a las tasas elevadas de mortalidad materna. Se sabe que el aborto se vuelve una práctica riesgosa cuando se practica de forma ilegal. A las víctimas de violación, la penalización del aborto las obliga a continuar con el embarazo, independientemente del peligro que ello suponga para su vida, su salud, su bienestar o su voluntad personal. La única otra posibilidad es buscar un aborto clandestino e inseguro, lo que pone en peligro su vida y su salud, y por el cual pueden terminar en prisión. Además, si una mujer o niña es violada por un familiar, la penalización que vemos en países como Nicaragua significa que el Estado las obliga a dar luz a su propio hermano o primo. Esto es inaceptable.

http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-155599-2010-10-24.html

jueves, 21 de octubre de 2010

ENCUENTRO NACIONAL DE MUJERES EN ENTRE RIOS

La muerte miserable de centenares de mujeres vs. pintadas en la vía pública

Hasta la media tarde del domingo en Paraná, al parecer, todo estaba bien…, todo era normal… Todavía no habían irrumpido los vándalos…, es decir, los bárbaros… Esto significa que se encontraban omnipresentes los signos, los íconos y los símbolos de la barbarie existente, de la barbarie naturalizada, de la barbarie admitida, de la barbarie del status quo.

Omnipresentes estaban las mercancías y la publicidad y las propagandas de las mercancías de este mundo, en el que todo es mercancía; y, sin embargo, nadie se escandalizaba… Estaban los signos y los símbolos del Estado, es decir, de esa institución que es esencial y estructuralmente terrorista; y nadie se escandalizaba… Estaban también omnipresentes los signos y los símbolos del oscurantismo y de la violencia material y simbólica de la Religión (incluso en las instituciones presuntamente laicas); y nadie se escandalizaba.

Todo estaba bien y tranquilo: los bancos (los templos del dinero), los comercios (donde todo se comercia), la comida chatarra de los yanquis, el american english, la iconografía del Estado y los alienantes símbolos religiosos metidos en las instituciones públicas, las escuelas laicas, los juzgados y las dependencias laicas y públicas en general.

Todo estaba bien, porque dominaban los signos, los íconos y los símbolos de los de arriba. Es decir: la ignorancia y la inmoralidad -las naturalizadas, las consagradas, las santificadas- reinaban, porque siempre reinaron, porque siempre ha sido así, de modo que debe seguir siendo así…

Pero irrumpieron las bárbaras…, las vándalas…, las de abajo… Por un momento completamente efímero (así es plausible profetizarlo), protestando inscribieron sus signos, sus símbolos y sus íconos en las calles, en los edificios públicos, en las paredes que ellos creen que son de ellos… Para los amantes del status quo y del orden establecido, esos que son garantizados por la violencia del Estado y sacralizados por la santa Religión y, en fin, vueltos hegemónicos por la propaganda mercantil del capitalismo, esto constituye un escándalo, algo reprochable: vandalismo… Las leyendas decían cosas abominables:

"mi cuerpo es mío"

"nosotras parimos, nosotras decidimos"

"saquen sus rosarios de nuestros ovarios"

"Iglesia, basura, vos sos la Dictadura "

"Soberanía popular y de nuestros cuerpos".

En una palabra: denunciaban a la Santísima Trinidad : a la Religión , al Estado y al Capitalismo… Para mayor horror, la denuncia la realizaban mujeres…, mujeres que se niegan a ser madre-esposas, a ser tuteladas por los varones, por el clero, por los jueces, por el Estado, porque reivindican para sí la dignidad moral y la autonomía en tanto seres humanos (los reaccionarios quieren a las mujeres en sus hogares y en la iglesia, dedicadas a sus labores, no que se reúnan autónomamente y, menos aún, que luchen por sus derechos negados).

Obviamente, estas pintadas resultan escandalosas, para aquellos a quienes los amuletos y los talismanes de los rosarios, las cruces, las banderas, los escudos, el football, la televisión y el mundo despótico de la mercancía les parecen lo verdadero, lo bueno, lo justo y aun lo bello y lo sublime.

No deben temer, todo pronto volverá a la normalidad. En pocos días las paredes volverán a pintarse y a limpiarse, de modo que las cruces, las imágenes de María -virgen, reina y madre-, la propaganda del capitalismo y los íconos estatales, volverán a brillar con todo su genuino esplendor, ese que fue momentáneamente mancillado; todo esto pronto será olvidado como una pesadilla nocturna.

Los bien pensantes, los políticamente correctos, consideran vandálico y hasta delictivo la protesta social de los de abajo y pintar paredes. En cambio callan de manera cómplice sobre las miles de mujeres que abortan clandestinamente, sobre las cientos de mujeres pobres que mueren y las otras tantas que quedan mutiladas o enfermas. Se agravian contra las pintadas que los denuncian, pero callaron y callan sobre los carteles que pretenden perpetuarlos como los que se pegaron y los que aun se encuentran pegados. También callan sobre la publicidad y la propaganda de las mercancías y de los partidos políticos que desde luego sí tienen derecho a ocupar la vía pública.

Sin embargo, es tarea de la Semiótica Crítica , una rama de la Filosofía entendida como Epistemología, es decir, como Crítica de la Ideología , volver reflexivos los símbolos, los íconos y los signos dominantes. La Hermenéutica no debe ser sólo el pleonasmo de la experiencia del mundo simbólico hegemónico, sino que también la Hermenéutica debe ser una Hermenéutica crítica.
   
Adriana Martin



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jueves, 14 de octubre de 2010

NUEVO FEMICIDIO

Femicidio
Ninguna mujer es asesinada por amor, celos o pasión


No hay excusas. Han matado otra mujer, hoy se llama Noelia. Este crimen no fue por amor. No fue por celos. No fue por pasión. Ninguna mujer es asesinada por amor, celos o pasión.
Por Enrique Stola
Una mujer es muerta por ser mujer. Esto es femicidio, la expresión más extrema de la dominación masculina. Su base es el sentimiento de propiedad sobre el cuerpo de la mujer que la mayoría de los hombres tiene. Su lenguaje el discurso sexista que circula en familias, escuelas y en las diferentes culturas privilegiando el ser hombre heterosexual sobre el ser mujer u hombre con otras identidades sexuales.
El patriarcado tiene sexo y es masculino. El machismo no tiene sexo y atraviesa a todas y todos los seres humanos.
 Ha muerto otra mujer y nos preguntamos cuál será el nombre de la próxima. Seguramente su asesino presentó indicadores de hombre violento en el vínculo que tuvo con Noelia.
Los noviazgos violentos son una espantosa realidad que anuncia la muerte de jóvenes mujeres o el padecimiento de golpes y descalificaciones de sus parejas durante muchos años.
Es muy probable que Noelia no haya tenido la formación básica desde una perspectiva de género que le hubiese permitido poner distancia de ese criminal, apenas los indicios de ese hombre violento aparecieron en la relación de pareja que ambos habían mantenido hasta que se cortó.
Es necesario prevenir estos crímenes y la lucha por una educación desde una perspectiva de género, que visibilice las formas de expresión de la dominación masculina. Es indispensable, a pesar de que los aliados de la muerte se oponen y que los caballeros acompañados por sus damas machistas no renuncien a legislar sobre el cuerpo de las mujeres.

E. S. es médico psiquiatra
http://diarioregistrado.com/index.php?secc=nota&nid=43628